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Early Childhood Research & Practice is in the process of moving to the early childhood special education program at Loyola University Chicago after 17 years at the University of Illinois at Urbana-Champaign. We are delighted by the opportunity to “pass the torch” to our Loyola early childhood colleagues. More details are forthcoming, but until then we are not accepting submissions to the journal.

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Vol. 7 No. 2
©Derechos de autor reservados 2005

El Proyecto Katrina

Carol Aghayan, Andree Schellhaas, Angela Wayne, Diane C. Burts, Teresa K. Buchanan y Joan Benedict
Universidad Estatal de Louisiana

Sinopsis

El presente artículo describe un proyecto espontáneo que surgió después del Huracán Katrina entre un grupo de niños de 3 y 4 años de edad en Louisiana. Se describe cómo las maestras adaptaron el salón de clases y el currículo para satisfacer las necesidades diversas de niños que eran evacuados así como de aquellos niños que habían sido afectados de otras maneras por los huracanes: Katrina y, tres semanas más tarde, Rita. Con fotografías y de otras formas se documentan los trabajos y el aprendizaje de los niños durante el curso del proyecto. Se abarcan también los comentarios de sus padres y las reflexiones de las maestras.

Información de fondo

Circunstancias de la escuela y de los niños

El LSU Child Development Laboratory Preschool (Programa Preescolar del Laboratorio de Desarrollo Infantil) está ubicado en la Escuela de Ecología Humana de la Universidad Estatal de Louisiana (LSU son sus siglas en inglés) en Baton Rouge (Louisiana). El programa usualmente tiene matriculados a veinte niños de 3 y 4 años de edad y sirve como sitio de desarrollo infantil y de formación docente, investigación y servicios comunitarios relacionados con el cuidado y educación de niños pequeños. Los niños participantes del programa representan a familias de variadas composiciones, niveles socioeconómicos, razas, religiones, nacionalidades y raíces étnicas. Cuatro niños con necesidades especiales y tres niños que hablan el inglés como segundo idioma asisten al programa. Después del Huracán Katrina se matriculó a cuatro niños adicionales que eran evacuados.

Durante la mayor parte del día los niños tanto más grandes como más pequeños interactúan entre sí dentro espacios al aire libre y bajo techo arreglados en áreas de interés. Los niños se dividen en dos grupos para realizar actividades de grupo grande. El personal del programa consta de la directora, la maestra principal y dos ayudantes graduadas. El personal se esfuerza por utilizar prácticas apropiadas al desarrollo; los proyectos representan una estrategia principal para organizar e integrar el currículo.

Circunstancias de la comunidad y de la situación

Nuestras vidas cambiaron de una manera dramática cuando el Huracán Katrina azotó la costa de Mississippi, Nueva Orleáns y las zonas circundantes temprano por la mañana del lunes 29 de agosto de 2005. Durante 14 horas experimentamos vientos fuertísimos y recibimos 13 pulgadas [33 cms] de precipitación. Aunque no se sostuvo un impacto tan directo en algunas zonas, todos los residentes de Baton Rouge experimentamos el huracán hasta cierto grado. Baton Rouge queda a 75 millas [120 kms] al noroeste de Nueva Orleáns y tiene una población de aproximadamente medio millón de personas. Por resultado de Katrina, la población aumentó en un 40% de la noche a la mañana. Los evacuados llenaron los asilos y los hoteles y se hospedaron con familiares y amistades. Muchas escuelas se cerraron por semana y la mayoría de las familias no tuvieron electricidad durante ese tiempo. Aunque Baton Rouge experimentó unas inundaciones limitadas, muchos niños de nuestro programa tienen familiares y amigos procedentes de las zonas que experimentaron enormes inundaciones y una gran destrucción.

El origen del proyecto

Al principio del año escolar trabajábamos en un tema del transporte. Las actividades se estaban encaminando rápidamente hacia un proyecto sobre las ruedas, pero todas nuestras discusiones y toda actividad que iniciábamos empezaban a llevarnos hacia un "Proyecto Katrina".

Aunque el interés de los niños definitivamente se enfocaba en el huracán, no estábamos seguras de que nosotras pudiéramos enfocarnos en ello. Sentíamos un agotamiento emocional por ayudar en los asilos, observar la enormidad de la devastación a través de la televisión y experimentar cambios en nuestra vida cotidiana. El aumento rápido en la población de la ciudad ocasionaba problemas con el tránsito, con los teléfonos, con la recolección de basura y con la escasez de alimento, gasolina y otras cosas. Una de las ayudantes graduadas, y varios estudiantes no graduados que trabajan en el preescolar, eran de Nueva Orleáns y tenían familiares (demasiados) que se hospedaban con ellos. (Algunos siguen viviendo aquí, ocho semanas más tarde.) Muchos residentes de Baton Rouge tienen nuevos "compañeros de casa" e intentan ajustarse a la vida después de Katrina (o "Mala Katrina", como le ha puesto uno de los niños de 3 años).

Mientras seguíamos explorando las ruedas utilizadas en varios modos de transporte, los niños seguían conectando la discusión a varias formas de transporte que habían visto en la televisión y a vehículos que familiares y amigos habían utilizado para evacuarse. Los niños escuchaban helicópteros y sirenas con frecuencia ya que LSU servía como sitio de clasificación de servicios médicos necesarios (triage) y hospital para evacuados (representaba, de hecho, el hospital de cuidados agudos más grande en la historia estadounidense). Seguíamos intentando seguir con el tema del transporte pero para los niños, todos los caminos conducían a Katrina.

Fase 1

Mientras los niños llegaban a la escuela después del huracán, tanto ellos como sus padres comentaron algunos de los eventos que habían acontecido durante la semana pasada. Algunos padres contaron que ellos y sus hijos habían colaborado para recoger alimentos, juguetes y ropa para llevarlos a asilos locales. Una madre mencionó que ella y su hija de 4 años estaban recogiendo monedas de a un centavo para donarlas a un proyecto local que recaudaba fondos destinados a las víctimas del huracán. Otros padres contaban los muchos parientes que se hospedaban con ellos porque habían tenido que evacuarse de sus hogares. Quedaba patente que muchos de los niños estaban conscientes de los incontables cambios que sucedían a su alrededor.

Empezábamos a notar que los niños incorporaban en sus juegos eventos relacionados con el huracán. La siguiente observación, típica de las interacciones que contemplábamos, revela la evolución del juego común con el agua hacia una conversación y una experiencia relacionadas con el Huracán Katrina.

Varios niños jugaban al aire libre en el área de juegos con agua (Figura 1). Empezaron a sacar agua del área y a verterla al suelo. La maestra sacó dos cubetas de metal y les dijo a los niños que podían verter agua a las cubetas. Shonda (se utilizan seudónimos a lo largo del presente artículo) señaló que estaba haciendo gumbo (una sopa o guisado espesado con vainas de okra o quingombó). Otros niños se unieron a ella y echaron "ingredientes" del patio (Figura 2). Una nube movió enfrente del sol y el cielo se oscureció mientras los niños jugaban. Hesiki pareció asustarse y le preguntó a la maestra: "¿Qué pasó? ¿Viene el huracán?" Ella replicó que solamente se trataba de una nube que había movido enfrente del sol mientras señalaba el cielo con el dedo. En ese momento Shonda echó el "gumbo" del recipiente de modo que se formó un pequeño lago en el lodo cerca de sus pies. Hesiki examinó el agua mientras fluía y declaró: "¡Viene la tormenta!" La maestra preguntó por lo que necesitábamos hacer con motivo de la tormenta. Hesiki contestó: "Tenemos que hacer los diques -mientras trabajaba con la excavadora para hacer zanjas en el lodo para que pasara el agua (Figura 3).- El huracán está por estallar. ¡Dense prisa todos! Está por estallar." La maestra le preguntó a Hesiki por la gente. Contestó: "Están en el agua".

Figura 1.

Figura 1. Juan y Jarod exploran la mesa de agua. Figura 2.

Figura 2. Gabriel y Hesiki echan ingredientes a un recipiente de gumbo. Figura 3.

Figura 3. Shonda y Hesiki construyen diques.

Parecía que cada niño tenía una historia que relatar acerca del huracán. Mientras contaban sus cuentos y conversaban, aprendíamos sobre sus comprensiones y sus ideas equivocadas.

Jake, con 4 años de edad, vive en Baton Rouge y tenía muchos parientes de Nueva Orleáns que estaban alojados en su casa:

El Huracán Katrina llegó a nuestra casa también. Pero no hizo mucho a nuestra casa. Bueno, había mucho viento. La basura estaba en los patios de todo el mundo. Me parece que también se cayeron muchas vallas. Eso fue un problema. La valla de Tía Jennifer y Tío Mike se cayó, y Sachi también. Tengo muchas ideas que muchas cosas fueron llevadas por el viento de las casas de la gente y que entró el agua. Luego tuvieron que ir a limpiarlas. Había mucho tráfico cerca de nuestra casa. Todos los coches están en nuestra ciudad, en donde viven sus familiares y amigos. Creo que el siguiente Carnaval se celebrará aquí.

Ashley, de 4 años, vive en Baton Rouge:

No repararon Nueva Orleáns. Hubo mucho viento. El huracán sopló muy rápido. Ya nadie podía ver nada. El huracán podría chocar contra ti y podrías morir y duele mucho. Y podría tumbar tu árbol, y hace bajar las plantas. Y realmente ya no podían manejar porque se fueron las luces. Y se apagó la llama del gas y las luces no podían encenderse, pues no podían encender las luces. Luego se van a enfermar y ahogar. Y todo lo que estaba en el refrigerador era muy duro y no podían abrirlo y el televisor no podía encenderse. Mi papi lo enchufó y todos estábamos seguros.

Hesiki, de 4 años, vivía en Nueva Orleáns y se había evacuado antes del huracán:

Maestra: ¿Dónde vivías antes de venir a nuestra escuela?

Hesiki: Nueva Orleáns.

Maestra: ¿Por qué viniste a Baton Rouge?

Hesiki: Tuvimos prisa y vinimos mientras hacía sol antes de la tormenta. El huracán Ivan vino la última vez, y luego el Huracán Katrina también. El Huracán Katrina sopló hasta tumbar todas las casas.

Maestra: ¿Qué es un huracán?

Hesiki: Comienza con H. Sopló el viento y la lluvia y sopló a las casas hasta tumbarlas, y los techos. Fue a Florida también.

Otro niño (Jake): No, no fue allí. Ese fue nuestro huracán.

Quedaba patente que los niños intentaban formarse ideas del huracán de sus propias maneras. Después de pensarlo y considerarlo mucho, decidimos ceder a los intereses de los niños e intentar un proyecto sobre huracanes. Aunque no fue posible estudiar algunos aspectos del huracán con métodos tradicionales de participación directa, era posible investigar los efectos de las secuelas de la tormenta y las características de huracanes. El proyecto tenía que construirse de una manera sensible a las edades de los niños y sus etapas de desarrollo a fin de evitar ocasionarles un estrés adicional a los niños (y al personal). Para comenzar, desarrollamos una red de conceptos que los niños podrían explorar (Figura 4).

Figura 4.

Figura 4. Las maestras hicieron una red de conceptos sobre los huracanes basada en las conversaciones de los niños.

Durante las actividades de grupo grande, comenzamos a recoger información acerca del conocimiento de los niños relativo a los huracanes. Después de leerles a los niños Hurricane por David Weisner (New York: Clarion Books, 1990), les animamos a compartir sus experiencias. Pareció que cada niño tenía conocimiento e interés en algún tema específico acerca del huracán, dependiendo de sus experiencias particulares. Muchos niños hablaban de árboles y ramas caídos en su barrio después del huracán. Otros hablaban de los diques, personas nuevas que se alojaban en sus casas, la pérdida de electricidad, la basura que se acumulaba en la ciudad, el tráfico en Baton Rouge, y los rescates de personas y animales. Un gran tema de discusión era la inundación de Nueva Orleáns. Muchos de los juegos que emergieron se centraron en la necesidad de mantener seguros a personas y animales.

Los niños también expresaban sus comprensiones por medio del arte. Les mostramos a los niños varias fotos de huracanes tomadas por satélites y les demostramos la moción circular de los huracanes, en sentido opuesto al de las agujas del reloj. Usando acuarelas, los niños crearon cuadros relacionados con el huracán y hablaron sobre sus creaciones (Figuras 5, 6, 7 y 8).

Figura 5.

Figura 5. Margo pintó un huracán y un bombero. Figura 6.

Figura 6. Erica pintó un cuadro de su familia y un huracán que podía verse a través de una ventana. Figura 7.

Figura 7. Tori pintó un cuadro de un huracán y una ola de agua que se desplazaba hacia la hierba. Figura 8.

Figura 8. Nina pintó un cuadro del Huracán Katrina.

Llevamos a los niños por la ciudad universitaria en un micro escolar para mirar las ramas caídas. Los niños observaron a unos trabajadores que cargaban una camioneta de una pila de ramas (Figura 9). Después de volver a la escuela, los niños conversaron sobre lo que habían observado. Cierto niño quería saber adónde llevaban las ramas.

Figura 9.

Figura 9. Trabajadores de mantenimiento de la universidad comenzaron a limpiar los árboles que habían caído a causa del huracán.

Mientras los niños contaban sus experiencias con emoción, hicimos una tabla KWL para registrar lo que sabían sobre los huracanes y lo que querían aprender. Registramos otros datos en la tabla KWL basados en lo que habíamos escuchado de las conversaciones de los niños durante sus juegos (Figura 10)1.

Figura 10.

Figura 10. Los niños generaron una tabla de lo que sabíamos y lo que queríamos saber acerca de los huracanes.

Fase 2

La segunda fase del proyecto estaba empezando cuando el huracán Rita azotó la costa de Louisiana, tres semanas después de Katrina. El día después del regreso de los niños a la escuela después del huracán Rita, inmediatamente comenzaron a hablar del segundo huracán. Sofía, una niña de 4 años de Baton Rouge, mantuvo la siguiente conversación.

Sofía: Perdimos la electricidad cuando vino la gran tormenta.

Maestra: ¿Qué pasó luego?

Sofía: Perdí mi osito.

Maestra: ¿En la gran tormenta?

Sofía: No, mi papi se lo llevó.

Sofía: Perdimos la electricidad la última vez también.

Maestra: ¿De veras perdieron la electricidad durante dos huracanes?

Sofía: Sí.

Maestra: ¿Y qué hicieron cuando las luces se apagaron?

Sofía: Tuvimos dos.

Maestra: ¿Dos qué?

Sofía: Dos huracanes.

Maestra: ¿Tuvieron dos huracanes en su casa? ¿Qué pasó cuando tuvieron esos huracanes?

Sofía: Llovía-mucho viento. Tuvimos mucha lluvia y viento.

Maestra: ¿Mucha lluvia y viento?

Sofía: Sí. Luego esta vez perdimos la electricidad.

Maestra: ¿De veras?

Sofía: Muchas veces.

Maestra: ¿Muchas veces?

Sofía: Esperamos y esperamos la electricidad, y luego se nos perdió.

Maestra: Ay, qué lástima. ¿Por qué piensas que eso ocurrió?

Sofía: La electricidad volvió la última vez mientras llovía y luego se perdió. Luego empezó a llover. Luego la lluvia dejó de caer. ¿Sabes qué pasó a mi caja [arenal]?

Maestra: ¿Qué pasó?

Sofía: Se llenó de lluvia y de hojas. Y de insectos también.

A lo largo del proyecto, se permitió que los niños siguieran sus propios intereses relacionados con el tema. Varios temas secundarios que emergieron y que interesaron mucho a los niños fueron el impacto del viento, los modos de mantener seguros a los animales y a las personas y la construcción de diques fuertes. Planificamos y facilitamos muchas actividades atrayentes para apoyar los intereses de los niños acerca de estos temas secundarios.

El impacto del viento

Leímos The Three Little Pigs (Los tres cochinitos) por Brenda Parks y Judith Smith (Crystal Lake, IL: Rigby, 1985) durante el tiempo de cuentos a fin de establecer una investigación de las casas y el viento. Usando un ventilador de alta velocidad, los niños primero pronosticaron cuáles materiales soportarían un viento fuerte y luego lo investigaron. Trabajaron en grupos pequeños para construir casas de varios materiales. Cierto grupo usó agujas de pinos, otro hizo una casa con ramitas de árbol y otro hizo una casa con bloques de madera. Antes de usar el ventilador, los niños investigaron lo que pasaría si intentaran soplar con la suficiente fuerza como para tumbar las casas. Después de resoplar muy fuerte, utilizaron el ventilador para descubrir cuánto viento se necesitaba para tumbar cada casa. El experimento se repitió usando bloques de cartón, palos de madera de tipo Lincoln Logs y bloques Lego (Figuras 11 y 12). A la conclusión de cada experimento, los niños discutieron los resultados y cómo podrían fortalecer las casas. Un niño de 4 años exclamó: "¡Necesitamos acero!" Leímos otra versión del cuento de los tres cerditos, The Three Little Wolves and the Big Bad Pig («Los tres lobitos y el cochinito feroz») por Eugene Trivizas y Helen Oxbury (New York: McElderry, 1993) para presentar otros materiales usados en la construcción de casas.

Figura 11.

Figura 11. Jake, Hope y Juan construyen una casa usando bloques de cartón. Figura 12.

Figura 12. Margo y Jaylon intentan tumbar a soplos una casa construida de bloques Lego.

En seguimiento del "experimento de los Tres Cerditos", los niños fueron de excursión a Louisiana House (LaHouse; véase http://www.louisianahouse.org). LaHouse es un centro de demostraciones, educación y extensión basado en investigación del AgCenter (Centro Agrícola) de la Universidad Estatal de Louisiana. Allí se encuentra una exhibición de las innovaciones de último momento en las viviendas más eficientes en el uso de recursos. Los niños aprendieron de los varios materiales necesarios para construir una casa fuerte: madera, cemento, vigas de metal y clavos largos especiales (Figuras 13 y 14).

Figura 13.

Figura 13. Ashley toca la estructura fuerte de LaHouse. Figura 14.

Figura 14. Margo examina un clavo que se usa para construir casas fuertes.

Un niño descubrió que su predicción de la necesidad de acero para construir una casa fuerte estaba correcta (Figura 15).

Figura 15.

Figura 15. Una perita de LaHouse les cuenta a los niños la importancia del acero para fortalecer las casas.

Los niños entraron al "cuarto seguro", un cuarto en donde la familia puede entrar durante el mal tiempo. Después de la excursión, los niños hicieron dibujos de LaHouse y compartieron lo que habían aprendido sobre la construcción de casas fuertes (Figuras 16, 17 y 18). Sus hallazgos se incorporaron a la tabla KWL.

Figura 16.

Figura 16. Evelyn dibujó LaHouse. Figura 17.

Figura 17. Margarita dibujó LaHouse. Figura 18.

Figura 18. Magdalena dibujó LaHouse.

Ahora que los niños habían observado y discutido las casas fuertes, tuvieron la oportunidad de construir y decorar sus propias casas fuertes (Figura 19). Usaron ladrillos, acero "fingido" (limpia-pipas plateados), rotuladores, papel duro y pegamento para hacer casas fuertes y las exhibieron en un mostrador. Cierto niño dijo: "Yo voy a reconstruir Nueva Orleáns."

Figura 19.

Figura 19. Juan, Jarod y Margo trabajan en la construcción de sus casas fuertes.

Los padres de familia apoyaron las investigaciones de sus hijos sobre los efectos del viento. Dos niños exploraron un árbol gigante que había caído cerca de su casa y un árbol caído en el terreno de LSU (Figura 20). Incorporamos estos intereses de los niños al añadir "galletas" de troncos de árboles al área de juego afuera para que los niños las exploraran (Figura 21).

Figura 20.

Figura 20. Juan y Jarod exploran un árbol que había caído en el terreno de LSU. Figura 21.

Figura 21. Layla mantiene el equilibrio al pisar sobre una línea de "galletas" de troncos de árboles.

Los niños investigaron otras cosas que pueden ser llevadas por el viento utilizando el ventilador y varios desechos y objetos de la naturaleza (Figura 22).

Figura 22.

Figura 22. Niños miran mientras el "viento" de un ventilador de alta velocidad mueve desechos.

Luego pesaron y midieron los objetos a fin de predecir cuáles serían llevados por un viento fuerte (Figura 23).

Figura 23.

Figura 23. Margo y Ashley miden un tocón de árbol antes de pesarlo y ponerlo a prueba para ver si un ventilador de alta velocidad lo haría mover.

Después de la investigación, los niños hicieron una escultura tridimensional de desechos que el viento había llevado (Figura 24).

Figura 24.

Figura 24. Niños utilizan objetos que el viento había llevado para crear una escultura de desechos.

Los niños exploraron el tema del viento por medio de otras actividades también. En el centro de artes, hicieron obras de arte usando pintura y un dispositivo giratorio para limpiar hojas de lechuga. Mientras los niños lo hacían girar, la maestra les explicaba cómo el viento de los huracanes puede ser débil o fuerte. Se les animó a hacer un "viento fuerte" para ver lo que pasaría con la pintura mientras hacían girar el dispositivo (Figura 25). Una experiencia relacionada tenía que ver con una tabla giratoria. Los niños colgaron un rotulador sobre varias partes de la tabla mientras giraba, para hacer círculos parecidos a los que se observaban en fotos del huracán tomadas por satélites (Figura 26).

Figura 25.

Figura 25. Los niños usaron un dispositivo giratorio para crear obras de arte relacionadas con los vientos del huracán. Figura 26.

Figura 26. Jake y Jarod colaboran para crear círculos parecidos a las imágenes del huracán trasmitidas por satélites.

Durante la actividad de música, los niños hicieron de cuenta que eran árboles movidos por el viento mientras cantaban "I'm a Tree" (Yo soy un árbol). Hicieron varios tipos de movimiento para representar la moción de los árboles ante una brisa ligera, un viento de fuerza tropical y un viento de un huracán (Figura 27). También hicieron sonidos en imitación del viento y de la lluvia utilizando las bocas, las manos y 'palos de lluvia'. Hicimos grabaciones de los sonidos para que los niños pudieran escuchar más tarde los sonidos "de huracán".

Figura 27.

Figura 27. Los niños se mueven como árboles mientras cantan "I'm a Tree".

A fin de seguir aumentando la comprensión de los niños del tema de estudio, invitamos al aula a dos peritos en huracanes. Utilizando un lenguaje y unas imágenes apropiadas al desarrollo, mostraron un vídeo del movimiento de un huracán sobre agua (Figura 28). Planificamos una excursión al Centro de Huracanes de LSU para examinar la máquina de viento pero supimos que no podríamos visitar hasta después del fin de la estación de huracanes.

Figura 28.

Figura 28. Un perito contesta las preguntas de los niños sobre los huracanes.

La seguridad de animales

Además del viento, los modos de mantener seguros a personas y animales parecían interesarles a los niños. Añadimos gatos y perros de peluche al centro de bloques. Los niños utilizaron bloques y otros materiales para construir viviendas y albergues de animales para "mantener seguros a los animales" (Figuras 29 y 30).

Figura 29.

Figura 29. "Mi gato huyó de la tormenta- señala Elizabeth mientras construye un albergue de animales. Figura 30.

Figura 30. Tori abraza sus animales antes de colocarlos en la "casa segura" que ha construido.

Se grabó la siguiente conversación entre una niña y una maestra durante el juego con bloques:

Tori: Ahora los gatos pueden ir a este puente -señalando los puentes que ha hecho-. Los gatos y los perros tienen que ir para allá.

Maestra: ¿Por qué tienen los gatos que cruzar el puente?

Tori: Por causa del agua. los gatitos tienen que ir para acá. No puede ir para allá; hay agua. Es agua de lodo.

Después de Rita (el segundo huracán), los niños vieron numerosas imágenes en la televisión de animales de granja que estaban en peligro a causa de las inundaciones enormes que habían ocurrido en las zonas rurales y pantanosas. Empezaban a enfocarse cada vez más en ayudar a animales. Los niños recogieron animales de granja y barcos de otras áreas al aire libre para usarlos en sus juegos (Figuras 31, 32, 33 y 34).

Figura 31.

Figura 31. "Vino la tormenta y los caballos quedaron atascados en el agua y las vacas quedaron atascadas en el agua y la gente quedó atascada en el agua- señala Gabriel mientras trabaja en el lodo. Figura 32.

Figura 32. Hesiki indica: "¡Tengo que rescatar—Tengo que rescatar a todas las personas y los animales!" Figura 33.

Figura 33. Mientras juega con los animales en el lodo, Shonda se pone a cantar espontáneamente: "Quédate con la familia-así va. Quédate con tu familia y no te vayas." Figura 34.

Figura 34. Animales se rescatan con barcos.

Utilizamos el sitio Web de FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias-FEMA for Kids [FEMA para niños] http://www.fema.gov/kids/) para mostrarles a los niños fotos de animales rescatados y de animales que vivían en albergues. Se prohibía que niños pequeños visitaran el albergue de animales rescatados y el albergue temporal de mascotas que se habían establecido en la universidad. Una dueña de mascotas vino al aula para hablar del albergue de animales de la universidad y de la importancia de cuidar a animales que no tienen hogares. Mencionó también que algunos animales de compañía vuelven con sus familias mientras que otros van a hogares nuevos con personas que los adoptan. Después de su visita, los niños compartieron lo que habían aprendido y registramos sus expresiones en la tabla KWL. También les pedimos ideas sobre lo que podíamos hacer con los perros y gatos de peluche desamparados que estaban en el centro de bloques. Juntos decidimos que cada niño adoptaría un animal y le daría un nuevo hogar. Empezamos a planificar la inclusión de este evento en las actividades culminantes de la Fase 3 del proyecto.

La seguridad de personas

Para expandir sobre el interés y el conocimiento de los niños acerca de maneras de mantener seguras a las personas, añadimos uniformes de policías, bomberos y personal militar al área de juegos dramáticos. Durante el tiempo de centros, los niños hacían de cuenta que ayudaban a personas que necesitaban asistencia (Figuras 35 y 36).

Figura 35.

Figura 35. Niños hacen de cuenta que son policías y bomberos. Figura 36.

Figura 36. Dos bomberos usan vehículos de rescate cerca del albergue de animales.

Visitó el aula un integrante de la Guardia Nacional que había ayudado en Nueva Orleáns después del Huracán Katrina. Habló de la importancia de ayudar a la gente y de mantenerla segura. Mencionó también las varias maneras en que había ayudado -había repartido alimentos y agua, rescatado a animales, llevado a la gente a lugares seguros y ayudado en la limpieza de desechos- además de los vehículos que usaba y el uniforme especial que traía para mostrar a la gente que él era soldado (Figura 37). Después de su visita, discutimos las varias maneras en que los niños ayudaban en sus casas, en su escuela y en la comunidad. También hicimos un diagrama Venn que comparaba los varios tipos de vehículos de rescate y su modo de transporte (por tierra, por aire o por agua), lo cual se relacionaba con el tema del transporte que se había abandonado (Figura 38).

Figura 37.

Figura 37. Un integrante de la Guardia Nacional conversa con los niños. Figura 38.

Figura 38. Un diagrama Venn se crea para explorar los varios vehículos de rescate que se desplazan por tierra, por aire y por agua.

Durante otra actividad de grupo grande, volvimos a leer Hurricane. Después de la lectura los niños hicieron una "lluvia de ideas" sobre cosas que podrían incluirse en un "paquete de huracanes" preparatorio. Algunos objetos incluidos en el paquete eran una antorcha, pilas, leña para una fogata, agua, una cobija y un juguete preferido. Dispusimos una maleta y algunos de los objetos sugeridos en el área de juegos dramáticos (Figuras 39 y 40).

Figura 39.

Figura 39. Los niños generan una lista de objetos a incluir en un paquete de huracanes. Figura 40.

Figura 40. Shonda lleva a rastras una maleta que está hecha y dice: "Vamos al hotel".

La construcción de diques fuertes

A los niños también les interesaban las maneras de fortalecer los diques. Durante el juego con el lodo, los niños hicieron diques más fuertes y altos pero se desanimaron porque el agua fluyó muy rápidamente de los "ríos" y "canales" (Figura 41). Siguieron preguntando cómo hacer diques de modo que el agua se quedara dentro de la estructura. Una gran parte de su conversación durante la construcción del dique tenía que ver con la colocación de casas de modo que se mantuviera segura a la gente. La construcción del dique se expandió al arenero pero una vez más se experimentó frustración debido a la filtración. Finalmente decidimos poner a prueba varios materiales para ver cuál servía mejor para hacer diques. Estos se utilizarían más tarde en la tabla de exhibición con las casas fuertes que los niños habían hecho.

Figura 41.

Figura 41. Los diques construidos en el área de juegos con lodo se hacen más fuertes y altos.

Antes de intentar poner a prueba los demás materiales, visitamos el dique del Río Mississippique bordea el terreno de LSU. Los niños jugaron sobre el dique (Figura 42).

Figura 42.

Figura 42. Niños exploran el dique del Río Mississippi que bordea el terreno de LSU.

Al volver a la escuela, los niños hablaron del tamaño y la fortaleza del dique. Un niño lo describió como "una colina que impide que el agua vaya a todas partes". Leímos The Hole in the Dike (La brecha en el dique), adaptado por Norma Green e ilustrado por Eric Carle (New York: Scholastic Book Services, 1974). Los niños exploraron varios materiales para ver cuál servía mejor para hacer un dique. Intentaron construir fuertes diques usando variados materiales: pasta para moldear, arcilla, piedras y cartón (Figuras 43, 44 y 45).

Figura 43.

Figura 43. Layla y Juan ponen a prueba pasta para moldear y piedras como materiales de construcción para diques fuertes. Figura 44.

Figura 44. Un dique construido con arcilla fracasa en contener el agua. Figura 45.

Figura 45. Los niños ponen a prueba un nuevo dique de arcilla para ver si contendrá el agua.

Después de hacer diques con cada uno de estos materiales, los niños decidieron que se necesitaban otros materiales. Llenaron bolsas de arena y las pusieron a prueba al aire libre construyendo un dique con ellas. Sin embargo, todavía no contuvo el agua (Figuras 46 y 47).

Figura 46.

Figura 46. Los niños llenan bolsas de arena para construir un dique. Figura 47.

Figura 47. Los niños ponen a prueba la capacidad de las bolsas de arena para contener el agua.

Omar intentó sujetar el dique con cinta adhesiva y los niños vertieron el agua para ver si el dique la contendría. Sin embargo, el agua abrió brecha. Hicieron el dique más alto pero esto tampoco parecía ayudar. Finalmente Omar puso a prueba una idea más inventiva: utilizó una olla para contener el agua dentro del dique. Proclamó en tono de triunfo: "¡Yo lo logré!" (Figuras 48 y 49).

Figura 48.

Figura 48. Omar sujeta las bolsas de arena con cinta adhesiva para fortalecer el dique. Figura 49.

Figura 49. Omar resuelve el problema de las brechas del dique.

Una de las autoras les mostró a los niños fotos de su casa y del colegio al que había asistido en Nueva Orleáns, que se habían inundado. Elizabeth, quien se había evacuado de Biloxi (Mississippi) con su familia, compartió fotos de su casa y su vecindario (Figura 50).

Figura 50.

Figura 50. Elizabeth presenta fotos de su vecindario en Mississippi y señala: "La casa de color rosado se quebró".

Los niños examinaron también fotos de la basura y los esfuerzos de limpieza en la zona de Nueva Orleáns. Después de la discusión, la clase añadió vocablos relacionados con el huracán a la 'pared de palabras' como parte de una experiencia grupal de escritura (Figura 51).

Figura 51.

Figura 51. Tori añade a la 'pared de palabras' una palabra que ha escrito, 'levee' (dique).

Fase 3

Aunque en este momento no hemos completado el proyecto, está empezando a menguar el interés de los niños en Katrina. No se entusiasman tanto con discutir asuntos relacionados con el huracán. Un padre nos comunicó recientemente que su hijo de 4 años, mientras escuchaba las noticias televisivas, comentó: "Katrina, Katrina, Katrina. ¡Estoy harto de Katrina!" El padre señaló también que aunque su hijo seguía participando espontáneamente en "actividades de juego relacionadas con el huracán", parecía estar listo para progresar hacia otros temas. Otra madre expresó su preocupación al escuchar a su hija de 4 años exclamar: "¡Ay no! ¡Katrina está por volver!" cuando empezó a llover. La madre la tranquilizó diciéndole que eso no iba a pasar. La sensibilidad hacia los intereses y el bienestar emocional de los niños representó un aspecto importante de todo el Proyecto Katrina. Aunque anticipamos ver resurgir temas relacionados con el huracán en los juegos y las conversaciones de los niños, hemos comenzado las actividades culminantes. Hicimos exhibiciones para informar a padres, madres, estudiantes y otros visitantes de lo que los niños han aprendido en relación con los Parámetros de Louisiana (Louisiana Benchmarks) y las Normas de Grados Escolares (Grade Level Expectations). Estas exhibiciones incluyen: (1) una presentación automática de fotos en PowerPoint que les está disponible a los padres cuando llegan y se van, (2) una 'cobija' (quilt) compuesta de representaciones de experiencias del huracán (Figura 52), una escultura tridimensional de desechos (Figura 53), una exhibición en una mesa de casas fuertes y diques: "Nueva Orleáns" (Figuras 54, 55, 56, 57 y 58), una exhibición de obras de arte relacionadas con el huracán: "Huracanes. El punto de vista de los niños" (Figura 59) y una exhibición en una pared que documenta las exploraciones y los descubrimientos de los niños (Figuras 60, 61 y 62).

Figura 52.

Figura 52. Los niños decoraron cuadros para incorporarlos a la Cobija del Huracán del Programa Preescolar de LSU. Figura 53.

Figura 53. Los niños recogieron cosas que pueden llevarse con el viento y las usaron para crear una escultura de desechos. Figura 54.

Figura 54. Se exhibieron en una mesa las casas fuertes y los diques que los niños habían construido. Figura 55.

Figura 55. Los niños añadieron a la ciudad rótulos de McDonald's, tortugas, coches, letreros de calles y hierba. Figura 56.

Figura 56. Un niño escribió "Nueva Orleáns" para poner nombre a la ciudad. Figura 57.

Figura 57. Los niños pusieron barcos en el agua. Figura 58.

Figura 58. Los niños añadieron un muñeco, coches y aviones a la ciudad. Figura 59.

Figura 59. Algunas obras de arte de los niños se exhibían en el vestíbulo de la escuela. Figura 60.

Figura 60. Se exhibieron en un corredor documentaciones de cuentos, dibujos y expresiones de los niños. Figura 61.

Figura 61. Se incorporó a la exhibición la tabla KWL completada. Figura 62.

Figura 62. Padres de familia y otros visitantes contemplan la exhibición del proyecto.

En este momento estamos planificando otras actividades culminantes también, como por ejemplo, una "Ceremonia de Adopción" para que los niños adopten los gatos y perros de peluche de nuestra aula y los lleven a casa. Los niños les pondrán nombres a sus mascotas y escribirán "certificados de adopción". Planificamos también un libro de la clase que abarque fotos relacionadas con los Huracanes Katrina y Rita que representen finales felices y seguras. Queremos hablar de personas que vuelven a sus hogares, obtienen casas nuevas o se mudan a casas móviles, para demostrar cómo "se repara" Nueva Orleáns. Los niños tendrán la oportunidad de tomar el libro prestado, llevarlo a casa y compartirlo con sus familias.

Los intereses de los niños ya parecen cambiarse hacia otros aspectos del clima. Al concluir el Proyecto Katrina, cambiamos el enfoque hacia "días soleados" y otros estados del tiempo.

Comentarios de los padres y las madres

Les enviamos a los padres de familia una carta en la cual les pedimos que nos contaran las reacciones de los niños ante el estudio de huracanes. Una madre nos comunicó que su hijo había señalado que iba a ser un constructor cuando creciera para que pudiera "volver a construir Nueva Orleáns". Cierta madre, una evacuada que ha regresado a Nueva Orleáns, nos envió una carta que expresó el agradecimiento de su familia de que ayudáramos a hacer una situación desafortunada un poco menos estresante. Otros querían contarnos aún más:

Es maravilloso que ustedes hayan seguido adonde los niños querían explorar. [...] Hemos "evacuado" haciendo maletas y llevando muñecas y animales a hogares nuevos (en otros cuartos de la casa), construido estructuras fuertes de bloques Lego y otros bloques para mantenernos seguros, mirado el canal de pronósticos del tiempo en la televisión, hablado de la cuestión de llevar el perro con nosotros si tuviéramos que abandonar la casa, realizado mucho trabajo juntos en el patio (intentando salvar dos árboles que habían caído). Hablamos de árboles y escombros que vemos mientras viajamos en coche, hospedamos a personas en nuestra casa, discutimos el congestionamiento de vehículos, los números de los evacuados, alumnos nuevos en la escuela de su hermano, etc., ¡etc.! Muchas preguntas y juegos que representan cosas nuevas que se han aprendido, sin temor ni lágrimas. pero con mucho interés. Gracias por seguir este interés de una manera segura.

Holden habla mucho de los huracanes. Ha preguntado por personas que han perdido sus juguetes, casas, coches, hasta sus bebés. Una vez nos preguntó: "¿Katrina hace morir los bebés?" También le interesaba mucho mirar el canal de pronósticos del tiempo y los noticieros. Habla de Katrina y Dorita (Rita). Personifica el huracán preguntándonos si es "amigable" o "antipático". Pregunta si el huracán le tiene rencor al árbol o a la casa que se ha derribado. Se pregunta si su casa será derribada y si lo cuidaremos. Pregunta: "¿Por qué Dios hace huracanes?" Incorpora el nombre 'Katrina' al azar en sus conversaciones de todos los días. Comenta la congestión del tráfico por la ciudad y pregunta si la gente va a Nueva Orleáns para ver lo que pasa con sus casas.

Reflexiones

Se sigue culpando a Katrina de muchas cosas, incluyendo las piezas perdidas de rompecabezas. Los huracanes son responsables de cambios profundos que han ocurrido en las vidas de numerosas personas en la zona de la Costa del Golfo. Muchas de sus historias no tienen finales felices-pero algunas sí. Shonda, con 3 años de edad, nos habló de su esperanza de una nueva vida para su prima Kyre, una evacuada de Nueva Orleáns que se hospedó con la familia de Shonda y asistió al Programa Preescolar de LSU con ella. Kyre asistió a nuestra escuela durante tres semanas y luego se le ofreció a su madre un trabajo y una vivienda en Indianápolis (Indiana):

¿Te acuerdas de Kyre? Vino el huracán, y Kyre estaba asustada porque el huracán arrancó toda la ropa de la casa. Y luego el huracán derribó su casa. Y luego se llevó todos los zapatos. Y luego se llevó todos los juguetes. Y luego se llevó su refrigerador entero. ¡Ya ella va a ir a una casa nueva en Indiana (Mississippi)!

Nota

1. Una tabla KWL consta de una representación visual de lo que los niños ya saben sobre un tema (K para know en inglés), lo que quieren saber (W para want en inglés) y lo que aprendieron por medio de investigar el tema (L para learned en inglés). Representa un instrumento útil para evaluar el conocimiento y la comprensión anteriores de los niños, para guiar la planificación de los maestros y para documentar el aprendizaje de los niños.

Reconocimientos

Quisiéramos agradecerles a todos los niños y las familias del Programa Preescolar del Laboratorio de Desarrollo Infantil de LSU por permitirnos compartir esta experiencia tan estresante que produjo tantos cambios en nuestras vidas. Quisiéramos agradecerles también a las personas que sirvieron como recursos valiosos en nuestra exploración de este tema: Elva Bourgeois, Lawrence Kiage, Terry McCloskey y Sandy Scallan.

Información de las autoras

Carol Aghayan es instructora en la Escuela de Ecología Humana (School of Human Ecology, o SHUEC) y maestra principal del LSU Child Development Laboratory Preschool. Ella da clases de la educación de niños pequeños.

Carol Aghayan
School of Human Ecology
Louisiana State University
Baton Rouge, LA 70803
Telephone: 225-578-1707
Email: caghay1@lsu.edu

Andree Schellhaas y Angela Wayne son asistentes graduadas en el LSU Child Development Laboratory Preschool y están trabajando en la SHUEC para obtener la maestría en la educación de niños pequeños.

Diane Burts es profesora de la cátedra Grace Drews Lehmann y la supervisora de la división de Ciencias de Familias, Niños y Consumidores de la SHUEC. Ella da clases de la educación de niños pequeños y hace investigaciones de las prácticas apropiadas al desarrollo.

Teresa Buchanan es profesora asociada de currículos e instrucción en la Escuela de Educación y profesora auxiliar en la SHUEC. Ella da clases de la educación de niños pequeños y hace investigaciones de las prácticas apropiadas al desarrollo.

Joan Benedict es profesora asistente en la SHUEC y directora del LSU Child Development Laboratory Preschool. Ella da clases de la educación de niños pequeños y hace investigaciones del cuidado y la educación de alta calidad.