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Early Childhood Research & Practice is in the process of moving to the early childhood special education program at Loyola University Chicago after 17 years at the University of Illinois at Urbana-Champaign. We are delighted by the opportunity to “pass the torch” to our Loyola early childhood colleagues. More details are forthcoming, but until then we are not accepting submissions to the journal.

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Vol. 4 No. 1
©Derechos de autor reservados 2002

Caras en la ventana. “El Proyecto de la Construcción”

Julia H. Berry y Elizabeth H. Allen
Escuela Diurna de la Iglesia Episcopal St. Patrick
Washington (D.C.)

Sinopsis

Desde la ventana de un aula de primer grado se veía un sitio de construcción, el cual catalizó un proyecto de múltiples grados y múltiples materias en la Escuela Diurna de la Iglesia Episcopal St. Patrick en Washington (D.C.). El presente artículo tiene dos secciones. En la primera, una de los maestros de ciencia de la escuela ofrece información de fondo. En la segunda, una maestra de primer grado reflexiona sobre el proyecto de su clase, el cual poco a poco fue atrayendo a maestros y niños de todas partes de la escuela. Los colegas de la maestra en tecnología, ciencias, artes, religión y música, así como niños de la guardería, el kindergarten y los grados 5 y 6, colaboraron con los alumnos de primer grado en varias porciones del proyecto. Se documenta el trabajo de los niños mediante fotos con leyendas.

Información de fondo sobre “El Proyecto de la Construcción”. Julia H. Berry

En un programa preescolar o centro de desarrollo infantil, un proyecto de investigación puede incluir a todos los niños y ocupar todo el día mientras la clase participa motivada por su interés en el tema. Es un poco diferente llevar a cabo un proyecto en una clase de la escuela primaria. Una maestra de niños de edad escolar tiene un currículo formal que implementar, el cual incluye habilidades y conocimientos que los alumnos deberán dominar. A muchos maestros de la primaria, emprender un proyecto puede parecerles un peso adicional para un horario diario que ya suele estar sobrecargado.

La Escuela Diurna de la Iglesia Episcopal St. Patrick es una escuela independiente ubicada en la zona noroeste de Washington (D.C.) que abarca una guardería hasta el octavo grado, con una matriculación aproximada de 460 alumnos. En sus reflexiones presentadas más abajo, Elizabeth Allen, maestra de primer grado en la Escuela St. Patrick, describe que “El Proyecto de la Construcción” se fue entretejiendo poco a poco a sus lecciones a pesar de su renuencia a agregar algo más a sus planes de lecciones ya ajetreados. ¿Cómo ocurrió esto? Sra. Allen sabía, a causa de las preguntas persistentes de los niños y sus miradas fijas por la ventana, que los intereses y la atención de los mismos quedaban fuera del aula. Los mejores maestros son aquellos que aprenden, a través de sus años de experiencia en el aula, a sembrar las semillas de la pasión de sus alumnos, y criarlas para que florezcan entre momentos esparcidos de la rutina diaria. Elizabeth Allen es una de aquellos maestros.

El Proyecto de la Construcción nació de una actividad simple y espontánea, para convertirse en una experiencia muy exitosa de aprendizaje que duró varios meses no solo porque se originaba en los intereses de los alumnos sino también porque encajaba con sus lecciones diarias. A medida que usted, lector, lea sobre la evaluación del Proyecto de la Construcción en la clase de Sra. Allen, verá el desarrollo de las fases de un proyecto descritas en el libro de Helm y Katz, Young Investigators: The Project Approach in the Early Childhood Classroom (Pequeños investigadores. El Método de Enseñanza por Proyectos en las clases para niños pequeños) a medida que los niños y los maestros llevaban a cabo sus investigaciones, tan claramente como si Sra. Allen hubiera planificado el proyecto de principio a fin.figura 1

Figura 1. Escuela Diurna de la Iglesia Episcopal St. Patrick, Washington (D.C.).

Al emplear el Método de Enseñanza por Proyectos –como en el empleo de todas las buenas prácticas docentes– no debe subestimarse nunca el poder de la discusión y la reflexión. Al conversar sobre nuestra labor en la clase, tanto los éxitos como los fracasos, encontramos oportunidades de colaboración entre las clases, los grados y las materias. Seamos alumnos o maestros, al discutir, analizar y reflexionar con otras personas podemos traer a un proyecto nuevas ideas, nuevos talentos y nuevo entusiasmo. Hablando sobre el entusiasmo de los alumnos por su trabajo, y preguntando a otros que tenían la pericia y el tiempo para ayudarla, Sra. Allen les trajo tanto el conocimiento técnico como nuevas oportunidades sociales a sus alumnos de primer grado. El proyecto se amplió, se profundizó, se enriqueció.

A los maestros que apenas comienzan el trabajo de aprendizaje en proyectos, deseamos comunicarles el mensaje: No se dejen desanimar con el tamaño de un proyecto. Empiecen con lo pequeño y dejen que el proyecto se construya con su propio ímpetu. El entusiasmo de sus alumnos ayudará a impulsar el trabajo. Conversen con otros e invítenlos a ayudar. El trabajo en proyectos conlleva ricas recompensas.

Las reflexiones de una maestra. Elizabeth H. Allen

Un sitio de construcción se hallaba justo afuera de una de las ventanas de nuestra aula. La ventana no daba una plena vista de toda la acción –teníamos que salir afuera para verlo todo– pero un agente de bienes raíces que anunciara la perspectiva la describiría confiado como “una perspectiva pintoresca del sitio de construcción” en vez de una descripción más apta, “un vistazo del sitio de construcción”. La perspectiva era importante porque se podía ver tan poco que la clase podría haber pasado por alto la construcción para esperar simplemente que les irritara el ruido fuerte cuando empezaban a taladrar los muros que tocaban a nuestra aula.

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Figuras 2 y 3. Sra. Allen y su clase observan la construcción desde el balcón-terraza adyacente a su aula.

Sentí en la profundidad de la conciencia que debía aprovechar la construcción como oportunidad de realizar los ideales Piagetianos de llevar a los niños pequeños más allá de su mundo actual, progresando desde el mundo concreto, tangible y visible para explorar lo que hasta entonces era desconocido. Pero mientras luchaba con la conciencia, varias máquinas enormes de excavación aparecieron fuera de las ventanas. Estas máquinas, las primeras grandes excavadoras de tierra, se movían de acá para allá como gigantes torpes mientras debajo de sus grandes ruedas equipos pequeños como abejitas trabajadoras se movían a toda prisa detrás de las excavadoras para allanar y arreglar el terreno. Me ponían en mente de una mamá que ordenaba las recámaras por la mañana para que la casa se viera bien arreglada antes de comenzar los quehaceres importantes del día.

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figura 5 figura 6Figuras 4 a 6. Máquinas de excavación trabajaban en el sitio de construcción.

De repente el trabajo de las enormes máquinas por poco estaba acabado. Entonces me di cuenta que al poco tiempo se irían y nunca volverían… y se perdería una magnífica oportunidad instructiva. Me prometí a mí misma todas las posibles rutas de escape para no involucrarme en un proyecto: “¡Nada más pediremos que la maestra de computación saque fotos de las máquinas, y los niños podrán escribir sus pensamientos sobre ellas!” Sra. Martin, la maestra de computación, se fue a toda prisa al patio de recreo y sacó fotos con la camera digital de la escuela. Me invadió un sentimiento de alivio profundo cuando me di cuenta que por poco hubiéramos perdido esta oportunidad.

Los niños me hicieron cada día una y otra pregunta sobre lo que veían pasar a través de la ventana. Les conté lo que sabía: que se construía un nuevo edificio escolar sobre lo que había sido el viejo parque de juegos y que sí se terminaría antes que dejaran la escuela para el verano pero no, yo no sabía por cierto cómo se vería; aunque sí lo sabía Mark Vershbow, el gerente de negocios de la escuela, y sí, podíamos invitarlo a la clase para mostrarnos los planes y contestar nuestras preguntas.

Sr. Vershbow visitó a la clase. Trajo consigo las copias de plano y a Marney Bands, la gerente del proyecto de la compañía de construcción. Percibí que los niños pensaban: “¿Que una mujer es la jefa de todos aquellos hombres? Esto es interesante.” Mark y Marney explicaron lo que representaban los planes, y cómo el arquitecto (ocupación que desconocían algunos alumnos) representaba ventanas y puertas en los planes. Mi idea de que los niños dibujaran una “copia de plano” de las superficies de sus escritorios se olvidó entre otros eventos, pero se me iban ocurriendo ideas para planes de lecciones.

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Figuras 7 y 8. Mark Vershbow, gerente de negocios de St. Patrick, y Marney Bands, la gerente del proyecto de la compañía de construcción, visitaron la clase de Sra. Allen para mostrar las copias de plano del arquitecto y contestar preguntas.

En este momento empecé a plantearme tímidamente la idea de comenzar un Proyecto de la Construcción, no a solas sino con ayuda. Sra. Berry, la maestra de ciencias, también sacaba fotos digitales del sitio de construcción. Cierto día pasó a mi aula para contarme que los camiones de cemento habían llegado y estaban a punto de verter el cemento en zanjas en las que ya se habían arreglado las varillas para hacer hormigón armado (varas de metal que apoyan y fortalecen los cimientos). Corrimos afuera a toda prisa para mirarlos verter el hormigón y mientras tanto me di cuenta que había llegado una oportunidad que debíamos aprovechar antes de perderla: ¡Debíamos hacer una cápsula del tiempo! Corrimos emocionados al aula donde encontré una lata de metal del dulce Cadbury’s Flake que había comprado en mi último viaje a mi país natal, Inglaterra. Los niños rápidamente escribieron acerca de sí mismos y sus metas y sueños para el futuro, mientras Sra. Berry buscaba al capataz para pedirle permiso para enterrar la lata en los cimientos. Cuando ella volvió, los ánimos de la clase estaban muy exaltados. Aprendimos que el capataz nos ayudaría a enterrar nuestra lata, aunque esto debía mantenerse muy secreto porque realmente no teníamos el permiso oficial para hacerlo. Sra. Berry grabó el evento con una videocámara. De vuelta en el aula, busqué unos libros vacíos que había comprado el año anterior, simplemente porque me gustaban sus páginas blancas y vacías pero sin una idea específica sobre cómo los utilizaría. Como si de algún milagro se tratara, los hallé y eran suficientes. En las frescas páginas de los libros, los niños escribieron las primeras anotaciones en sus Diarios del Proyecto de la Construcción.figura 9 Figura 9. Los camiones de cemento llegaron y empezaron a verterlo.

figura 10figura 11figura 12

Figuras 10 a 12. El capataz del hormigón sostiene la cápsula del tiempo para que los niños la vean antes de meterlo al hormigón recién vertido, primero con la mano y luego con una varilla larga. ¡Se va, se va, se fue!

figura 13 figura 14Figuras 13 y 14. Los niños escribieron sus pensamientos sobre la cápsula del tiempo en sus diarios de construcción.

Texto: Enteramos una cápsula del tiempo en los cimientos nuevos. Escribimos acerca de nosotros mimos.Texto: Enterramos una cápsula del tiempo le metimos cartas acerca de nosotros lo hicimos el 30 de enero de 2001.figura 15figura 16 Figuras 15 y 16. Dos niñas colaboraron para hacer este dibujo muy exacto del bombeador de hormigón.

Texto: Nótese su observación que las piernas como de las de arañas mantienen estable el camión bombeador.”figura 17

Figura 17. La portada del diario de construcción de una alumna.
Texto: Mi libro de construcción, por Kira

Aunque se me había olvidado durante el día, al llegar a casa de noche recordé una fotografía de una niña, una señora y un obrero chino. Fui al sótano y hallé la foto, de una pulgada y media (3,8 cm) de largo. Al dorso se había escrito: “E(lizabeth) entierra una moneda de plata de un dólar en los cimientos.” Se había sacado esta fotografía de mi madre y de mí en Malasia cuando se estaba construyendo un chalé nuevo para nuestra familia en la finca de caucho donde mi padre trabajaba de gerente. Todavía me agrada recordar que el dulce preferido de mi tía más querida (una maestra maravillosa que falleció en 1988) era Cadbury’s Chocolate Flake. Como “momento instructivo”, aquel día se cuenta entre los mejores que espero vivir durante todos los años en que dé clases. Tanto la clase como su maestra nos habíamos animado mucho, y el proyecto ya se hallaba en marcha.

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Figura 18. Elizabeth Allen, de 3 años de edad, entierra con su madre y un obrero de construcción una moneda de plata de medio dólar en los cimientos de su casa en Malasia.

Sra. Berry era la maestra representante de la escuela para el proyecto de construcción y amablemente sirvió de nexo entre las tripulaciones de construcción y la clase. También hizo arreglos para que los niños salieran en grupos pequeños para entrevistar a los trabajadores cuando la camioneta de refrescos pasaba. Yo hice un cuestionario para la entrevista para que los niños tuvieran preguntas específicas para hacer, como por ejemplo: “¿Cuál es su trabajo?” “¿Por cuánto tiempo ha hecho usted este trabajo?” “¿Qué le gusta de su trabajo?” “¿Qué no le gusta?” Muchos trabajadores indicaron que no les gustaba trabajar durante el mal tiempo. Casi todos dijeron que habían aprendido su oficio en el trabajo. Sra. Berry regresó con un grupo que había descubierto que el abuelo de cierto trabajador había venido de Lituania –lo cual presentó la oportunidad de buscar Lituania en el mapa– y que había trabajado de tallista de madera en el Capitolio federal aquí en Washington. Después de su experiencia de hacer entrevistas, los niños ya no podían ver a los trabajadores de construcción simplemente como trabajadores. Conocían los nombres de los trabajadores y sentían un profundo respeto hacia sus destrezas y su labor. Me pregunto si al pasar de lado un sitio desordenado y ruidoso de construcción, siempre sentirán este respeto y conocimiento y verán como individuos a las personas que laboran allí. Sería muy bonito pensar que será así.figura 19

figura 20 figura 21

Figuras 19 a 21. Los niños, con cascos de seguridad y tablas con sujeta-papeles, entrevistan a los trabajadores en el sitio de construcción. ¡A veces les costaba trabajo la ortografía!figura 22

Figura 22. Dibujo de un niño de un agrimensor perito, y su informe sobre lo que hace.

Como parte de nuestro currículo regular de primer grado, los niños estudian sobre la autora Gail Gibbons y escogen un tema sobre el cual son expertos, o les gustaría hacerse expertos, para escribir un libro sin ficción sobre el tema. En conexión con el estudio de la autora, los niños leyeron el libro How to Build a House (Cómo se construye una casa) por Gail Gibbons. Sra. Berry se valió del libro para presentarles el vocabulario de un proyecto de construcción: cimientos, excavación, zapatas, agrimensor perito, armazón, albañil, entre otros términos.figura 23

Figura 23. La maestra de tecnología aprovechó el interés de los niños en las máquinas de excavación para enseñarles el uso del software para dibujar, Kidpix®. figura 24

Figura 24. Los informes de investigación de los niños sobre las máquinas de construcción, con dibujos en crayón, lápiz coloreado y tinto. Los niños observaron el trabajo de las máquinas y estudiaron fotografías digitales y libros de recursos antes de comenzar a dibujar.

Más tarde se les presentó a los niños la rima infantil “This Is the House That Jack Built” (Esta es la casa que Jack construyó). Estos entonces leyeron e ilustraron el texto haciendo un dibujo para cada sustantivo importante que se mencionaba en la rima. Los dibujos resultantes eran preciosos: de vacas con los cuernos arrugados, y doncellas desoladas. Por medio de esta actividad también se agregaron varios adjetivos al vocabulario activo de los niños.

En la clase de ciencias, Sra. Berry propuso que los niños construyeran un modelo del nuevo edificio escolar. El laboratorio de ciencias se convirtió en un taller de carpintería y los niños empezaron a medir, serrar y taladrar con exactitud trozos de madero y luego fijarlos con pegamento para hacer cajas en forma de cubo, a fin de que cada alumno hiciera su propia aula nueva. Durante varias semanas se pintaron las cajas, se las decoró por dentro y se elaboraron muebles en miniatura. Las cajas completadas se armaron para formar un edificio encima de unos cimientos que los niños pusieron al verter hormigón que unos albañiles de ladrillo habían traído al laboratorio.

figura 25

figura 26 figura 27 Figuras 25 a 27. En preparación para construir un modelo del nuevo edificio durante la clase de ciencias, se les dieron a los niños palillos para dientes y confites marshmallow (esponjitas) para hacer experimentos sobre varias formas de los edificios. Una estudiante –tal vez se hará arquitecta– dibujó un plan antes de intentar construir su estructura de confites. figura 28

Figura 28. Las niñas descubrieron al poco tiempo que colaborando en la medición, podían lograr una mayor exactitud. figura 29

Figura 29. Las cajas terminadas se utilizarían como aulas.

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Figuras 30 y 31. Los niños amueblaron cada aula en forma de cubo.

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Figura 32. Los niños cavaron zanjas en un recipiente lleno de arena para hacer vigas de fundación para sus cimientos. figura 33

Figura 33. Antes de verter el cemento, colocaron en las zanjas clips sujetapapeles como varillas para hacer hormigón armado y fortalecer las vigas. figura 34

Figura 34. Los trabajadores prepararon las zanjas colocando las varillas para construir el anexo a la escuela. figura 35

Figura 35. Sra. Berry usó el cemento traído por los albañiles de ladrillo para allanar el hormigón de limpieza encima de las vigas de fundación que los niños habían vertido la semana anterior.

figura 36 figura 37  Figuras 36 y 37. El hormigón de limpieza del edificio escolar nuevo.

El modelo completado estaba sentado encima de sus cimientos, y también encima de una sección transversal de la Tierra que mostraba el núcleo, la manta y las placas tectónicas que componen la corteza de la Tierra. Los niños hicieron la pintura mural del interior de la Tierra como parte de la unidad temática de ciencias de la Tierra.

El entusiasmo sobre nuestro proyecto de construcción empezó a difundirse por la escuela. En el departamento de artes Sra. Jones, la maestra de artes, comenzó un estudio de figuras humanas en moción utilizando fotos de los trabajadores mientras realizaban varias tareas. Estas figuras se incorporaron a una pintura mural de fondo para la escuela modelo construida por la clase de ciencias.figura 38

figura 39 figura 40 figura 41Figuras 38 a 41. En el estudio de artes, los niños estudiaron la forma humana en acción utilizando fotografías digitales de trabajadores de construcción. Sra. Jones hizo una tela de papel muy realista al fotocopiar telas de cuadros escoceses y de dril de algodón en nuestra fotocopiadora de colores.

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Figura 42. Las figuras activas acabadas se exhibieron detrás del edificio modelo que los niños construyeron para la clase de ciencias.

Después de tener oportunidades de construcción en las clases de artes y ciencias, los niños recibieron la opción de hacer su propia máquina de ‘basura’ como tubos de cartón para el papel higiénico y cajas de cartón. Esta actividad no era requerida, sino opcional, y era emocionante ver que aproximadamente 10 niños aprovecharon la oportunidad de elaborar máquinas y traerlas a la clase.figura 43

Figura 43. Aproximadamente 10 niños construyeron en casa modelos de máquinas de excavación utilizando materiales reciclados como cajas para cereal, tubos de cartón y recipientes de delicatesen.

En la clase de religión Sra. Klingenburg les leyó a los niños el cuento A Tale of Two Houses (Un cuento de dos casas) por Melody Carlson, paráfrasis de la parábola del evangelio de San Lucas (capítulo 6, versículos 47 a 49) acerca del hombre sabio que construyó su casa sobre la roca y el hombre necio que construyó su casa sobre la arena. Los niños dibujaron una casa construida sobre la roca y una casa construida sobre arena y parafrasearon el cuento en sus propias palabras.

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Figura 44. Sra. Klingenburg se valió del proyecto de construcción para enseñar la parábola del hombre sabio y el hombre necio. Se les leyó un libro a los niños, basado en esta parábola, y se les pidió volver a contarlo en sus propias palabras. Ilustraron sus narraciones parafraseadas haciendo dibujos con lápices de colores.

Texto: Un señor que se llamaba Joe construyó una casa en la roca. Su casa era más fuerte que la casa de Nick, que estaba construida en arena. Un señor que se llamaba Nick construyó una casa sobre la arena. Su casa era más debil que la casa de Joe que estaba construida en la roca.

En mi clase los niños continuaron haciendo anotaciones en sus diarios de construcción. También escribieron poesías después de coleccionar ‘palabras de sonidos’ con compañeros de la clase de artes lingüísticas de sexto grado de Srta. Smith. Leyeron y parafrasearon un cuento de la serie The Oxford Reading Tree, The New Classroom (El aula nueva), que se trata de un aula nueva prefabricada que se baja en su lugar con una grúa cerca de la escuela. Los niños del cuento descubren que el aula se ha colocado con lo de arriba abajo. Una vez que el módulo se ha colocado techo arriba, los niños entran a su nueva aula para inspeccionarla. Descubren que ¡ya los inodoros del excusado están boca abajo! Para cambiar el formato un poco, hice fotocopias de color de las láminas del libro y dejé un espacio abajo para que los niños apuntaran el cuento en sus propias palabras. Les di las mismas páginas a los alumnos de la clase de quinto grado de Sr. Locke, que desconocían nuestros libros, y escribieron sus propias versiones del cuento. Luego los niños del primer grado y del quinto formaron pares para leer cada uno el cuento del otro. Mi clase de primer grado ya había trabajado con alumnos de quinto y de sexto grado. Ahora cuando se veían en los corredores de la escuela, los niños se conocían y se saludaban como amigos. Este estrechamiento de los lazos comunitarios fue un provecho inesperado de nuestro trabajo en el proyecto.

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Figura 45. Srta. Smith, maestra de sexto grado, colaboró con Sra. Allen en una experiencia compartida de redactar poesías.figura 46

Figura 46. Los niños de ambos grados coleccionaron palabras de los sonidos de la construcción e hicieron listas.

figura 47 figura 48Figuras 47 y 48. Los niños colaboraron en grupos pequeños para redactar poesías sobre la construcción.figura 49

Figura 49. Una poesía acabada e ilustrada por una niña de primer grado. figura 50

Figura 50. La serie Oxford Reader del Grado 1 contenía un cuento sobre la construcción de una escuela, Our New Class.

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Figuras 51 y 52. Sra. Allen fijó copias de las láminas a libros vacíos para que los niños redactaran sus propios cuentos.

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Figura 53. La clase de quinto grado de Sr. Locke utilizó los mismos libros en vacío para redactar sus propias versiones.figura 54

Figura 54. Los niños de primer y de quinto grado leyeron sus cuentos juntos en un corredor.

En el aula, llegamos a ser los dueños orgullosos de un equipo de construcción de bloques Lego®. Yo había planificado una sesión de 45 minutos para la construcción con estos bloques, pero ¡los niños acabaron la construcción en más o menos 12 minutos! Ciertos niños de la clase se mostraron líderes de verdadero a la hora de seguir planes de construcción para bloques Lego®. Estos niños pusieron los planes en el piso y a los pocos minutos habían construido el modelo, incluyendo los trabajadores con cascos de seguridad, poleas, camiones, caminos y palas. El sitio de bloques Lego® se convirtió en una fuente de conversaciones constantes durante el siguiente mes y se volvía a arreglar constantemente para reflexionar los cambios que se observaban a través de la ventana.

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Figura 55. Los materiales de construcción de Lego® de nuestra clase.

Durante todo el año, cada vez que nuestros muros vibraron de ruidos, todos fuimos a toda prisa a la ventana para ver lo que pasaba. No nos molestaba la interrupción de nuestras actividades, ya que nos emocionaba ver el progreso de la construcción y esto encajaba bien con nuestro trabajo. Aunque según la descripción de este proyecto parezca ser que este era el enfoque de la gran parte de las actividades de la clase, en realidad lo íbamos entretejiendo al currículo regular y lo intercalábamos fácilmente a las actividades diarias de lectura, escritura y matemáticas. El Proyecto de la Construcción no era una empresa abrumadora porque contaba con el apoyo de muchos participantes de nuestra comunidad escolar. La clase resultó enriquecida por estar expuesta al mundo que quedaba fuera de nuestra ventana.

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figura 58 figura 59

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Figuras 56 a 60. A lo largo del año, los niños de la clase de Sra. Allen siguieron agregando páginas a sus diarios de construcción. Algunas fueron ilustradas por los niños; en otras, los niños utilizaron impresiones pequeñas de las fotos digitales de Sra. Berry.

Texto de Figura 57. 26 de enero de 2001. Primero fue excavación hicieron agujeros.
Segundo fueron las zanjas.
Tercero pusieron las varillas.
Cuarto el cemento, las rocas, la arena, agua, hormigón, para hacer las vigas de fundación.

Texto de Figura 58. Luego los hombreses vinieron Armaron el

Texto de Figura 59. Estos son los rodbusters. están poniendo la varilla en la zanjas para mantener el edificio fuerte. van a poner cemento encima que se convertirá en hormigón

Texto de Figura 60. los albañiles han llegado. los trabajadores están (armando el) andamiaje. están haciendo pilas de los bloques están haciendo muros.

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Figura 61. Todos se sintieron inspirados con el entusiasmo de la clase de Sra. Allen por el proyecto de construcción y su pericia creciente sobre dicho proceso.figura 62

Figura 62. En esta foto las clases de kindergarten y de guardería se unen a la diversión para crear máquinas y estructuras. ¡Todos forman parte de la tripulación!

Conclusión

Hacia finales de la primavera, Sra. Tyler, maestra de música del primer grado, generosamente se ofreció para componer un musical como una actuación culminante de nuestro proyecto. Sin embargo, ya que quedaba poco tiempo en el semestre podíamos hacer poco más que una lluvia de ideas. No obstante, durante el verano Sra. Tyler llevó a casa el cuento The Clever Carpenter (El carpintero listo) por R. W. Alley y lo adaptó hábilmente para formar 19 papeles. También empezó a componer música y canciones para acompañar el guión.

En el cuento Samuel Plank, un carpintero, recibe un pedido para hacer una cómoda de gavetas para una recámara y un tobogán para el patio de recreo de una escuela. Construye cada gaveta de la cómoda en la forma de las prendas de vestir que almacenará, de modo que la gaveta de calcetines tiene la forma de un calcetín, la de corbatas se ve como una corbata, etc. El cliente de Samuel queda horrorizado y se niega a pagarlo. Asimismo, al director de la escuela no le gusta el tobogán poco convencional. El carpintero no tiene clientes hasta que Captain Custard, capitán de un barco del mar, le pide construir una casa para su jubilación. Mientras la gente del pueblo contempla, Samuel construye una casa en forma de un barco que le encanta al capitán. Después de ser aceptado junto con sus ideas insólitas y creativas, Samuel Plank llega a ser un carpintero muy popular y sus fortunas cambian.

Cuando un maestro o maestra se permite abrazar el trabajo en proyectos entre las demandas diarias de una clase atareada, hay más posibilidades de que las ideas creativas emerjan y florezcan. Como señala Samuel cuando le pregunta el Alcalde si tiene algunas ideas para hacer un reloj nuevo para la ciudad: “¡Por supuesto, me especializo en las ideas!” Por lo tanto, cuando usted, lector, encuentre la oportunidad de realizar un proyecto, no se haga ninguna promesa a sí mismo sino adelántese según las circunstancias y las inspiraciones. El proyecto les infundirá energías a los niños y profundizará su experiencia de la clase, además de servir la meta noble de concienciarlos sobre el mundo en el que viven. Además, ¡es muy divertido!

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Figura 63. El anexo casi se había terminado para el fin del año escolar.

Reconocimientos

La Escuela St. Patrick tiene la buena fortuna de contar con un equipo administrativo que valora profundamente la colaboración y la instrucción integrada, así como un caudal de recursos técnicos para respaldar nuestra labor. Deseamos expresarles nuestro agradecimiento a Peter Barrett, Director Escolar, y a Gretchen Spencer, Jefa de la División, por su respaldo y confianza, y a todos nuestros colegas por su ayuda y entusiasmo.

Información de las autoras

Elizabeth Allen es la maestra principal de su clase de primer grado, 1C. Julia Berry es maestra de ciencias en la Escuela St. Patrick y la directora auxiliar de la guardería.

Elizabeth Allen
Julia Berry
St. Patrick's Episcopal Day School
4700 Whitehaven Parkway, NW
Washington, DC 20007
E-mail: jberry@columba.org